Phantom Thread (2017)
Una claustrofóbica y tenebrosa historia de amor tóxico.
Ambientada en Londres en los años ’50, Phantom Thread (2018) narra la historia de amor entre el obsesivo diseñador de vestidos Reynolds Woodcock, y Alma, una joven de espíritu fuerte capaz de llegar a extremos por las minúsculas migajas de afecto y cariño que puede darle Reynolds. Pero esta historia no es sobre una mujer que se desangra por un hombre, tampoco es la historia de la genialidad incomprendida del diseñador, ni tampoco sobre el tremendo complejo de Edipo que pinta a Reynolds como un niño malcriado. Para mí es la historia de dos personas, de caracteres opuestos que sin embargo son lo que cada uno buscaba y quiere. El mismo Reynolds admite ante Alma que es la mujer que ha estado buscando por mucho tiempo. Alma confiesa que Reynolds cumplió todos sus deseos. Y la película cuenta cómo ambos encuentran la manera de convivir a pesar de sus diferencias.
Narrada con la misma minuciosidad y perfección que caracteriza al personaje de Daniel Day Lewis, con algo tan sencillo como un desayuno, una mirada, un gesto, el ruido de un pan tostado siendo untado con mermelada, Paul Thomas Anderson te mantiene bajo constante tensión como si estuviésemos esperando siempre lo peor. Los tintes cómicos en los diálogos es solo una muestra más de la genialidad del director/guionista.