Moon (2009)
Los efectos de la soledad.
A tan solo dos semanas de terminar su contrato de 3 años con la compañía Lunar, Sam Bell, un astronauta encargado de extraer gas lunar en esperas a revertir la crisis energética de la Tierra, comienza a ver y escuchar cosas extrañas. Es que la ansiedad por volver junto a su esposa e hija se ha vuelto insufrible para él. Encima la única compañía que tiene es el robot Gerty, que con un visor tipo HAL (de 2001: A Space Odyssey) y una pantalla con emojis según el humor, parece estar tramando algo, siempre demasiado pendiente de lo que haga Sam y cómo este se siente. Al sufrir un accidente durante una rutina de extracción, Sam sospecha sobre su regreso y sobre su propósito para la compañía.
Sin muchos recursos visuales digitales, un solo escenario y poquísimos personajes, Moon es una combinación interesante entre thriller psicológico y ciencia ficción que reflexiona sobre el tiempo y la soledad como una etapa de redención y cambio, pero también como posible detonante de la locura. En ciertos instantes, es Sam el que se ha vuelto loco, por otros es Gerty el que ha cobrado conciencia y vida propia más allá de su código de programación y quiere asesinar a Sam. Me hizo recordar por momentos a The Shining (1980), aunque con la gran diferencia de que Moon escala en tensión hasta cierto punto y luego parece caer en obviedades y pierde la intriga tan bien construida a lo largo de la mitad de la película. Al revelarse los secretos, aquellos aspectos mucho más interesantes como la rutina de Sam corroída por el aislamiento pasan al olvido.